Muchas personas se preguntan… ¿Para qué sirven los antioxidantes en la piel? Los antioxidantes ayudan a combatir el estrés oxidativo. Entre sus beneficios para la piel encontramos:
1.- Combaten el fotoenvejecimiento.
2.- Activan la síntesis de colágeno.
3.- Ayudan a reducir manchas y a unificar el tono.
4.- Previenen el envejecimiento que causan los radicales libres.
¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son moléculas que protegen a las células del organismo de los radicales libres. Ayudan a neutralizar el daño oxidativo y así frenar el envejecimiento cutáneo y el deterioro de las células.
¿Qué son los radicales libres?
Son sustancias que aceleran el proceso normal del envejecimiento y los responsables de la destrucción del colágeno y la elastina en la piel. Cuando el organismo pierde estas proteínas la piel pierde elasticidad y empiezan a aparecer los primeros signos de la edad. La forma de nuestro cuerpo de combatir estos radicales es sintetizando antioxidantes, pero no siempre es suficiente, por ello a veces necesitamos obtenerlos de forma externa.
Existen dos tipos de radicales libres: los internos y los externos. El envejecimiento cutáneo está asociado al paso del tiempo pero también puede verse acelerado por factores externos como la radiación solar, la contaminación, la mala alimentación, el estrés, el consumo de alcohol, fumar, la falta de sueño… Ambos factores producen estrés oxidativo en la piel.
¿Qué tipo de antioxidantes existen?
Una vez conocemos, para qué sirven los antioxidantes en la piel, debemos saber que tenemos de uso tópico, a partir de complementos alimenticios y los que encontramos en los propios alimentos.
Los antioxidantes orales tienen una mayor concentración que los que podemos encontrar en los alimentos, por otra parte, los tópicos tienen una tecnología específica para ser absorbidos por la piel. Lo ideal es combinar los tres.
¿En qué alimentos podemos encontrarlos?
Ricos en Vitamina A o retinol como las zanahorias, lácteos, alimentos como el hígado, espinacas, mangos…
Alimentos ricos en Vitamina C como los cítricos, tomates, fresas, kiwis, brócoli…
Con Vitamina E como las nueces, avellanas, almendras, semillas, aceites vegetales…
Alimentos ricos en glutatión como los pomelos, el ajo, las manzanas, el aguacate, los espárragos…
Alimentos ricos en carotenoides como los boniatos, las uvas, el maíz, los pimientos…
Ricos en resveratrol como las nueces, los arándanos o el vino tinto.