El envejecimiento nos interesa siempre. ocupa las conversaciones entre amigas, de él hablan los profesionales de la salud cuando informan sobre algún nuevo hallazgo o tratamiento, y hasta ocupa nuestros pensamientos cuando comenzamos a vislumbrar esas arrugas que hace un tiempo no teníamos en nuestro rostro.
Es importante recordar dos puntos importantes sobre el envejecimiento, primero que envejecer es normal ya que tiene que ver con nuestra biología, y segundo que es universal, es decir, que todos envejecemos y que nadie puede detener su envejecimiento, aunque sí podemos retrasarlo.
El envejecimiento está condicionado con numerosos factores genéticos y ambientales que pueden ser modificados con cambios positivos en el estilo de vida, enlenteciendo de esta manera, las consecuencias del paso del tiempo.
¿Quieres saber más sobre el envejecimiento humano y cómo podemos hacer para enlentecer este proceso que nos atraviesa a todos? Ahora te lo contamos.
¿Qué es el envejecimiento y por qué ocurre?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños a nivel molecular y celular. Las células de nuestro organismo están en constante división y reparación celular, pero cuando los años pasan el organismo pierde su capacidad de regeneración y estos procesos ocurren de manera defectuosa. Si además sumamos factores genéticos y ambientales negativos, los fallos se acumulan, acelerando el envejecimiento de los tejidos y la aparición de diferentes disfunciones.
Con el correr del tiempo, estos daños van disminuyendo las capacidades físicas y cognitivas de las personas, llegando muchas veces a enfermedades graves.
Cabe destacar que la vejez es un proceso no lineal, es decir que se presenta de manera específica en cada ser humano, porque se vincula a numerosos aspectos, no sólo los biológicos como el paso del tiempo, sino que también la condicionan otros factores como el estrés, la alimentación, la salud mental, etcétera.
¿Qué sucede en nuestra piel cuando envejecemos?
Llegó el momento de enfocarnos en el envejecimiento de nuestro órgano protector más extenso, nuestra piel.
Como explicamos anteriormente, con el paso del tiempo comienzan a ocurrir diferentes fallas en los procesos internos de nuestro organismo y nuestra piel no es ajena a ello. De hecho, es en el tejido cutáneo donde se hacen visibles los primeros signos de envejecimiento.
Los cambios que ocurren en nuestro tejido más externo son:
- Adelgazamiento de la epidermis, que es la capa más externa de la piel.
- Reducción en la cantidad de melanocitos (pigmentos) y aumento del tamaño de los existentes. Con esto la piel se vuelve más translúcida y pálida.
- Aparición de manchas pigmentadas, principalmente en las zonas expuestas al sol.
- Reducción de la resistencia y elasticidad de la piel, a causa de una menor síntesis de colágeno y elastina.
- Mayor fragilidad de los vasos sanguíneos que predispone a sangrados y hematomas.
- Menor producción de aceites por parte de las glándulas sebáceas, lo que vuelve a la piel más reseca.
Las consecuencias del envejecimiento en la piel son:
- Mayor riesgo de lesiones e insensibilidad a estímulos externos.
- Recuperación más lenta de lastimaduras.
- Mayor riesgo de neoplasias, queratosis y manchas en la piel.
- Aparición de arrugas, bolsas y ojeras, propias del envejecimiento de este tejido.
Es importante tener en cuenta que los cambios que sufre nuestra piel con el paso de los años, se vinculan a factores ambientales, genéticos, nutricionales, entre otros. Pero el factor más importante que condiciona el envejecimiento de nuestra piel es la exposición solar. Es decir, cada uno de nosotros podemos hacer algo para enlentecer los signos del envejecimiento en nuestra piel y en nuestro cuerpo en general.
¿Cómo enlentecer el envejecimiento?
Para retrasar el envejecimiento de nuestros tejidos y prevenir enfermedades vinculadas a la vejez, podemos llevar a cabo un conjunto de acciones cotidianas que nos ayudarán a tener una mejor calidad de vida:
- Come saludablemente: lleva a cabo una dieta variada y natural. Evita los productos ultra procesados, vinculados a la aparición de enfermedades graves como el cáncer.
- Realiza actividad física de manera regular: busca una actividad que te guste para realizarla varias veces por semana.
- Cuida tu hidratación: este punto es muy importante porque el agua interviene en todos los procesos del organismo.
- Evita la exposición solar excesiva y en horarios imprudentes: los rayos UV son peligrosos para nuestra piel.
- Previene el estrés y la ansiedad patológicos: todos tenemos estrés y ansiedad, pero ambos deben estar en la medida y en el momento justos. Cuando no podemos controlarlos, debemos pedir ayuda.
- Evita fumar y tomar alcohol en exceso.
- Utiliza productos naturales: tanto para cuidar tu piel y tu cabello como para cuidar tu medio interno, es importante rechazar productos con sustancias químicas sintéticas que dañan nuestra salud y reemplazarlas por productos obtenidos de la naturaleza.
En Blisscare, te ofrecemos cosmética de alta gama, con productos naturales y envases reciclables para protegerte a ti y al medio donde vives.
No te olvides de seguirnos en Facebook y en Instagram para más tips sobre cuidado de la piel.